sábado, 17 de agosto de 2013

Política Educativa: Los cuatro pilares de la educación





Los cuatro pilares de la educación  una alternativa para la autonomía del alumno

NORMA LÓPEZ LEÓN

Cuando escuchamos  hablar de reformas educativas, comúnmente pensamos que es una forma para que la burocracia en turno,  justifique  su puesto,  aún así, el colectivo docente ha tenido que someterse a los cambios que se proponen sin la preparación necesaria para le ejecución de los programas.
Si  revisáramos a detalle los planes y contenidos de los programas anteriores  al 2006, nos daríamos cuenta  de que los temas que se abordaban en quinto y sexto año de primaria solo diferían con los de secundaria porque se ampliaban y se pretendía integrar los tan sonados temas transversales, que si bien, establecidos en el plan, los maestros no los contemplaban para su aplicación, pues en primer lugar,  las capacitaciones eran dirigidas por personas no especializadas y solo se bajaban en forma de “cascada” al personal docente, en segundo término la actitud poco positiva  y propositiva ante los cambios, así como de conformismo ante la innovación  de los docentes y la falta de  seguimiento por parte de las autoridades; debido al equivocado desempeño de puesto de los jefes de enseñanza.
La primera implicación de cambio para la educación básica fue, preescolar en el 2004 en donde se inicia el trabajo con los ejes formativos que permitirán un desarrollo más autónomo en el niño,  situaciones que se hicieron notar. Por el contrario, la educación primaria no tuvo ningún cambio y el niño al cursarla, retrocedía  a la forma tradicional de enseñanza; aunque el enfoque de los planes era constructivista,  el aprendizaje significativo no se daba, pues el alumno seguía siendo un depósito de conocimientos, que hacía notar que era más apto quien acumulaba más.
Con la Reforma del 2006, en el caso del nivel de secundaria,   se aplica en la reorganización de  las asignaturas, desapareciendo  historia en primer grado e implementando   la asignatura estatal por mencionar un ejemplo en el mapa curricular, así también aparece la tutoría con el fin de que el docente oriente y apoye al alumno a mejorar su desempeño escolar  y abatir así el rezago  y la reprobación. La dificultad ante la reforma continúa presentándose, ya que los profesores no son capacitados para  el espacio de la tutoría  y la imparten solo por requisito sin establecer un plan de acción que lo lleve a obtener logros y sin tener en claro cuál es el propósito.
 En el caso de la primaria, en el 2009, los cambios  se dieron en el reajuste de contenidos, enfatizando la vinculación entre los tres niveles, preescolar, primaria y secundaria con el fin de enfocarse a las problemáticas del entorno.
Hasta este momento, el aprendizaje por competencias no se hace notar pues sigue sin  comprenderse  tanto el concepto como su aplicación. Prueba de ello fue la prueba enlace en la que los resultados no fueron satisfactorios pues según se dice los reactivos están diseñados para la aplicación de competencias
Ante estas áreas de oportunidad, aparece la RIEB (Reforma Integral de Educación Básica) con el propósito de consolidar una ruta propia y pertinente para reformar la Educación Básica de nuestro país… orientada a elevar la calidad educativa1, situación que se agrega al artículo tercero de la Constitución Mexicana.
 Por calidad  se entiende, que el sistema educativo fortalecerá  su capacidad para egresar estudiantes que posean competencias  para resolver problemas, tomar decisiones, desarrollen su capacidad, entre otras cosas. Así como dominar el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, y el idioma inglés como segunda lengua.
Ante esta perspectiva, es importante formularse las siguientes preguntas: ¿Los maestros están capacitados debidamente sobre competencias? ¿Conocen cómo desarrollarlas en los alumnos? ¿Dominan la tecnología? ¿Todas las escuelas tienen acceso a ella?  ¿La reforma es aplicable al contexto mexicano?
Cesar Coll  rescata la definición de competencias  como “una combinación de destrezas, conocimientos, aptitudes y actitudes, y a la inclusión de la disposición para aprender además del saber cómo” (Las competencias en la educación escolar: algo más que una moda y algo menos que un remedio).
Con el fin de que la humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social, la UNESCO establece como política educativa, los cuatro pilares de la educación aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión para acercarse más a la ciencia para desarrollar una autonomía de juicio; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno desarrollando habilidades y destrezas relacionadas con el mundo laboral a futuro; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas con el propósito de comprender a la diversidad y contribuir a la formación de conciencias para reconocer que los seres humanos somos interdependientes ; por último, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores, pues requieres de que la educación contribuya al desarrollo integral de la persona, que lo lleva a formar un juicio crítico, autónomo y con responsabilidad.




1PLAN DE ESTUDIOS 2011, Educación Básica, pág. 9
Asimismo podemos notar que los cuatro saberes se traducen en las  competencias de educación básica  estas cuatro vías del saber convergen en una sola, ya que hay entre ellas múltiples puntos de contacto, coincidencia e intercambio.
Por otro lado, es importante señalar que el magisterio se tendrá que capacitar para entender la forma en que se deben aplicar, apropiarse de ellas, y conocer un punto muy difícil de realizar en la práctica docente, la evaluación. En este rubro podemos mencionar que” las competencias son un referente para la evaluación educativa y nos informan sobre lo que debemos ayudar al alumnado a construir, adquirir y desarrollar…” 2 pues son nos proporcionarán información útil para comprobar el nivel del logro.
En resumen, la política educativa que la UNESCO promueve en relación a los cuatro saberes, nos dirigen a una educación por competencias que aunque pudiera ser una política con escaso éxito como con otras en el pasado, este enfoque es muy valioso, tomando en cuenta que  vivimos en un país en el que la violencia, la corrupción, el deterioro ambiental, la marginación, entre otros problemas que aquejan, tal vez no sea el remedio milagroso que resuelva estos problemas pero si puede contribuir a formar  ciudadanos que sepan convivir en la diversidad, que respeten su entorno natural y social. Vale  la pena decir que, tanto sociedad, gobierno y magisterio tendrán que unir esfuerzos para que la tecnología llegue a todos los rincones de México teniendo acceso a una educación para toda la vida y de calidad; así como formar alumnos competentes capaces de adaptarse a los cambios y desafíos a los que se enfrenten, evitando ser  especialista de un solo saber, sino que saber que sus conocimientos se pueden ampliar para insertarse en un mundo que los espera. Así mismo hay que destacar el papel tan importante y primordial que el docente juega aquí pues es un eje de fortaleza que pueden subsanar aprendizajes y que pese a toda la tecnología que pueda surgir, no será fácil reemplazarlo, porque es él quien explotará toda su creatividad para guiar a los educandos a que desarrollen esas competencias.









2 Aula de Información Educativa, Las competencias en la educación escolar: algo más que una moda y mucho menos que un remedio. Cesar Coll
                                                              



BIBLIOGRAFIA
PLAN DE ESTUDIOS 2011, Educación Básica, SEP
LA EDUCACIÓN encierra un tesoro, Jaques Delors
Aula de Información Educativa



             

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