¿Democracia
en la educación? ¿Para qué?
Nallely Nancy Ramírez Varo.
“Una gran democracia debe progresar o pronto dejará de ser o grande o
democracia”
Theodore Roosevelt.
¿Para que la democracia en
la educación? Es una pregunta que como seres humanos debemos interrogarnos, si
partimos de lo que menciona Delors (1996): la educación constituye un
instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los
ideales de paz, libertad y justicia social, siendo esta una vía para el
desarrollo humano más armonioso. Ahora bien, es importante saber que estamos
viviendo una mundialización y queramos o no, vivimos en un clima de
incertidumbre, ya que las decisiones que se tomen se verán reflejadas en cada
uno de nosotros; por esta razón es de suma importancia hablar sobre una
democracia que convenga a todos y no solo una parte. Esto lo podemos notar con
los grandes avances tecnológicos, que tienen ventajas y desventajas entre
ellas, poblaciones aún desasistidas y excluidas, grandes costos para tener
acceso a sistemas de información. Fenómenos capitales como la interdependencia
planetaria y la mundialización.
No debemos olvidar que somos
un mundo multicultural, y es necesario recalcar que de acuerdo con Delors 1996,
la finalidad principal de la educación es el pleno desarrollo del ser humano en
su dimensión social; sin olvidar que los medios empleados van a variar de
acuerdo a la diversidad de las culturas y las circunstancias. Por lo tanto es
aquí a donde habrá más tensiones y contradicciones en el sistema educativo, ya
que se trata de respetar la diversidad de los individuos y grupos humanos, pero
al mismo tiempo se deben respetar reglas comunes, lo cual tiene que ver con lo
que Durkheim llama similitudes esenciales para la vida colectiva.
Para Dewey (1993) La
democracia es libertad, y en relación con la educación menciona que: la
educación para la democracia requiere que la escuela se convierta en una
institución, que sea provisionalmente, un lugar de vida para el niño, en la que
éste sea un miembro de la sociedad, tenga conciencia de su pertinencia y a la
que contribuya. A lo cual cabe recalcar la importancia de crear condiciones
favorables en el aula, para que los alumnos creen un entorno social, por si
mismos asuman las responsabilidades de una vida democrática.
Massé, C. y Ordónez, J.
(2008) Mencionan que la educación debe ser democrática, como se establece en la
constitución Política, pero podemos darnos cuenta de que la realidad no es así,
por lo tanto estos autores describen que es muy importante investigar la
realidad socio-educativa, sin olvidar la gran influencia del mundo capitalista
en el que vivimos.
Los sistemas educativos, por
las presiones que presentan, deben responder a exigencias de desarrollo
económico y social, sin olvidar las poblaciones pobres. Cubrir estos aspectos
resulta casi imposible, debido a que no se afrontan decisiones, hay poca
participación de los ciudadanos y sin esto, resulta más complejo lograr una
equidad y calidad en los sistemas educativos.
Las decisiones educativas,
deberán ser tomadas en sociedad, para lograr que haya un acuerdo y satisfacción
en la sociedad, por medio de debates democráticos, en donde deberán estar los
cuatro pilares de la educación: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender
a ser, aprender a vivir juntos. Apoyándose de evaluaciones solidas del sistema
educativo, en donde se puedan aceptar todos los términos y que estos no sean
necesariamente económicos. Lamentablemente, estamos viviendo una realidad
contrastada, ya que Delors (1996) menciona que al haber diversas demandas sobre
el desarrollo económico social y cultural se deben adoptar decisiones de
organización que a menudo son sociopolíticas. Es importante recordar lo que Massé,
C. y Ordónez, J. (2008) describen en su artículo: La democracia debe ser
considerada, no solamente como una estructura jurídica y un régimen político,
sino como un sistema de vida fundado en
el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, incluso
desde las nuevas perspectivas relacionadas con la globalización.
En cuanto forma de gobierno, la democracia está referida básicamente
al principio de la mayoría: el gobierno
es constituido gracias a la voluntad de esas mayorías y es además ejercido como
consecuencia del consenso de las mismas.
Para concluir, cabe destacar que; se deben
elaborar programas adaptados a la población, sin olvidar el contexto en el que
estamos inmersos, fomentando la transdisciplina para una formación integral.
La participación y cooperación de los
docentes, padres, alumnos y público en general es vital para una democracia
educativa, por lo tanto esta es de gran importancia para mejoramiento del
sistema educativo; como lo menciona Morin (199) es importante educar en
emociones, afectividad, valores y ética, también debemos reconocer que la
educación está en un proceso cultural y sobre todo político en donde hay intereses,
con posturas capitalistas. Es así como las decisiones que se toman deberán ser
eficaces y democráticas para un
mejoramiento en aspectos económicos y financieros, logrando así una calidad
educativa.
Referencias:
- Delors,
J. (1996). La educación encierra un tesoro. Madrid: Santillana
- Dewey,
J.(1920). Democracia y educación. 5a Ed. Madrid: Morata. Recuperado de: http://www.sallep.net/cooperativo/John%20Dewey%201.pdf
- Guevara,
G.(s.f) Una política educativa para la democracia y la equidad. Recuperado de: http://www.fundacionpreciado.org.mx/biencomun/bc185/Gilberto_Guevara.pdf
- Massé,
C. y Ordónez, J. (2008). Hacia una sociología de la educación democrática.
Reflexiones sobre México. Revista de Antropología Experimental. 8(10). pp.
119-137. Recuperado de: http://www.ujaen.es/huesped/rae/articulos2008/10masse0208.pdf
-
Morín,
E. (1999) Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. México:
UNESCO
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