viernes, 16 de agosto de 2013

Los rumbos de la educación ligados al desprendimiento de lo humano.
Adriana Selene Monroy Prado


Sólo en la educación puede nacer la verdadera sociedad humana y ningún hombre vive al margen de ella. "Educación” para el hombre-objeto o educación para el hombre-sujeto.
Paulo Freire

Al explorar los rumbos a los que ha tendido la educación, se puede vislumbrar el articulamiento entre las políticas institucionales y el mantenimiento del orden económico-político vigente.  La gravedad del asunto es que lleva directamente al desprendimiento y poco entendimiento de lo “humano”. Esto dirige hacia un análisis reflexivo urgente y permanente de las políticas e ideologías en materia educativa que el Estado implanta y que cada individuo interioriza, adopta y maneja (consciente e inconscientemente) en la práctica de la educación tanto institucional como informal.

Al respecto, Corvalán (2010), explica que la ideología educativa se basa en una ideología social más amplia: “liberalismo individualista”, es decir, un individualismo competitivo, donde la clave del supuesto “progreso social y educativo” es la competencia de los individuos por el logro de mejores posiciones donde el escenario más evidente de la vida social y educativa es algo que simula, o que directamente, es un mercado.

El planteamiento, es grave: “un mercado”, se aleja totalmente de lo humano, y si supuestamente lo considera, el entendimiento es limitado. Significa que se generan recursos humanos en beneficio único de la producción y el consumo. Ejemplo de esto son las nuevas tecnologías que están impactando y cambiando las formas de interacción, a partir de las cuales también se abre un amplio mercado pero para que exista consumo deben de formarse individuos con alto nivel de abstracción para su uso, por ello las iniciativas en las escuelas para el implemento de TIC.

Los organismos internacionales encargados de la educación plantean  políticas que en el mensaje explícito muestran la búsqueda de “desarrollo y progreso a todos los niveles” “mayor educación” e incluso con supuesta base humanista (véase: Delors, 1996) pero que no se detalla cómo se logrará ni se denuncia las disparidades o ideologías que se alejan de lo humano, donde el mensaje implícito es la búsqueda de estabilidad del capitalismo.

Tal como propone Caponi y Mendoza (1997), es necesario examinar la base estrictamente mercantil de la educación:
-Sustitución de la definición de la educación como derecho por la educación como mercancía.
-La educación como una inversión, valga decir, como una empresa necesariamente rentable.
-La definición del hombre como medio y no como un fin al quedar reducido a una vulgar y despersonalizada definición de "recurso humano".

A veces, estas premisas son cuestionadas, se llegan a reflexiones y crítica-denuncias profundas, pero a veces se aleja de esto, por ejemplo, la pasividad, dónde no se intentará analizar, no se intentarán cambios, posiblemente solo habrá rechazo o conformismo.

Al respecto, Morin (1999) menciona que “bajo el conformismo cognitivo hay mucho más que conformismo. Hay un imprinting cultural, huella matricial que inscribe a fondo el conformismo y hay una normalización que elimina lo que ha de discutirse”.  (p. 10)

En ello se ha empeñado el Capitalismo, en ideologizar, mediatizando la información, logrando ya sea ese “conformismo cognitivo” o la distracción o poco entendimiento de las cualidades humanas, ligándolas a una cuestión de estatus y consumismo.

Caponi y Mendoza (1997), mencionan que una educación de calidad bajo una visión muy diferente y opuesta a la neoliberal, debe formar seres críticos, capaces no sólo de asimilar tecnologías sino de crearlas y de asumir posiciones transformadores en todos los aspectos. Lo que debe buscar la escuela es la formación de seres humanos creadores, conscientes del mundo en que viven, de la historia, de la realidad y de sus procesos sociales.

Todo lo anterior, plantea una panorámica alarmante, los rumbos que ha seguido y seguirá la educación es algo debe estar sujeto a reflexión por todos los involucrados, es decir, por toda la sociedad. Ya que a partir de ello nos dirigimos ya sea hacia la defensa de los derechos humanos o hacia el poco entendimiento de la existencia.

REFERENCIAS:

Corvalán, J. (2010). Ideologías educativas. Cuaderno de educación No.24. Centro de investigación y desarrollo de la educación CIDE. Recuperado de

Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. Madrid: Santillana Ediciones UNESCO.

Morin, E. (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. UNESCO.


Caponi, O. y Mendoza, H. (1997). El neoliberalismo y la educación. Acta Odontológica Venezolana, 35(3). Recuperado de http://www.actaodontologica.com/ediciones/1997/3/neoliberalismo_educacion.asp

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