Los cuatro pilares de la educación una alternativa para la autonomía del alumno
NORMA LÓPEZ LEÓN
Cuando
escuchamos hablar de reformas educativas,
comúnmente pensamos que es una forma para que la burocracia en turno, justifique su puesto,
aún así, el colectivo docente ha tenido que someterse a los cambios que
se proponen sin la preparación necesaria para le ejecución de los programas.
Si revisáramos a detalle los planes y contenidos
de los programas anteriores al 2006, nos
daríamos cuenta de que los temas que se
abordaban en quinto y sexto año de primaria solo diferían con los de secundaria
porque se ampliaban y se pretendía integrar los tan sonados temas
transversales, que si bien, establecidos en el plan, los maestros no los
contemplaban para su aplicación, pues en primer lugar, las capacitaciones eran dirigidas por personas
no especializadas y solo se bajaban en forma de “cascada” al personal docente,
en segundo término la actitud poco positiva
y propositiva ante los cambios, así como de conformismo ante la
innovación de los docentes y la falta
de seguimiento por parte de las
autoridades; debido al equivocado desempeño de puesto de los jefes de
enseñanza.
La
primera implicación de cambio para la educación básica fue, preescolar en el
2004 en donde se inicia el trabajo con los ejes formativos que permitirán un
desarrollo más autónomo en el niño, situaciones que se hicieron notar. Por el
contrario, la educación primaria no tuvo ningún cambio y el niño al cursarla,
retrocedía a la forma tradicional de
enseñanza; aunque el enfoque de los planes era constructivista, el aprendizaje significativo no se daba, pues
el alumno seguía siendo un depósito de conocimientos, que hacía notar que era
más apto quien acumulaba más.
Con
la Reforma del 2006, en el caso del nivel de secundaria, se
aplica en la reorganización de las
asignaturas, desapareciendo historia en
primer grado e implementando la
asignatura estatal por mencionar un ejemplo en el mapa curricular, así también
aparece la tutoría con el fin de que el docente oriente y apoye al alumno a
mejorar su desempeño escolar y abatir así
el rezago y la reprobación. La
dificultad ante la reforma continúa presentándose, ya que los profesores no son
capacitados para el espacio de la
tutoría y la imparten solo por requisito
sin establecer un plan de acción que lo lleve a obtener logros y sin tener en
claro cuál es el propósito.
En el caso de la primaria, en el 2009, los
cambios se dieron en el reajuste de
contenidos, enfatizando la vinculación entre los tres niveles, preescolar,
primaria y secundaria con el fin de enfocarse a las problemáticas del entorno.
Hasta
este momento, el aprendizaje por competencias no se hace notar pues sigue
sin comprenderse tanto el concepto como su aplicación. Prueba
de ello fue la prueba enlace en la que los resultados no fueron satisfactorios
pues según se dice los reactivos están diseñados para la aplicación de
competencias
Ante
estas áreas de oportunidad, aparece la RIEB (Reforma Integral de Educación
Básica) con el propósito de consolidar una ruta propia y pertinente para
reformar la Educación Básica de nuestro país… orientada a elevar la calidad
educativa1, situación que se agrega al artículo tercero de la Constitución
Mexicana.
Por calidad se entiende, que el sistema educativo
fortalecerá su capacidad para egresar
estudiantes que posean competencias para
resolver problemas, tomar decisiones, desarrollen su capacidad, entre otras
cosas. Así como dominar el uso de las tecnologías de la información y la
comunicación, y el idioma inglés como segunda lengua.
Ante
esta perspectiva, es importante formularse las siguientes preguntas: ¿Los
maestros están capacitados debidamente sobre competencias? ¿Conocen cómo
desarrollarlas en los alumnos? ¿Dominan la tecnología? ¿Todas las escuelas
tienen acceso a ella? ¿La reforma es
aplicable al contexto mexicano?
Cesar
Coll rescata la definición de
competencias como “una combinación de
destrezas, conocimientos, aptitudes y actitudes, y a la inclusión de la
disposición para aprender además del saber cómo” (Las competencias en la
educación escolar: algo más que una moda y algo menos que un remedio).
Con
el fin de que la humanidad pueda progresar hacia los ideales de paz, libertad y
justicia social, la UNESCO establece como política educativa, los cuatro
pilares de la educación “aprender
a conocer, es decir,
adquirir los instrumentos de la comprensión para acercarse más a la ciencia
para desarrollar una autonomía de juicio; aprender a hacer, para
poder influir sobre el propio entorno desarrollando habilidades y destrezas
relacionadas con el mundo laboral a futuro; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar
con los demás en todas las actividades humanas con el propósito de comprender a
la diversidad y contribuir a la formación de conciencias para reconocer que los
seres humanos somos interdependientes ; por último, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos
de los tres anteriores, pues requieres de que la educación contribuya al
desarrollo integral de la persona, que lo lleva a formar un juicio crítico,
autónomo y con responsabilidad.
1PLAN
DE ESTUDIOS 2011, Educación Básica, pág. 9
Asimismo podemos notar que los cuatro saberes se traducen
en las competencias de educación básica estas cuatro vías del saber convergen en una
sola, ya que hay entre ellas múltiples puntos de contacto, coincidencia e
intercambio.
Por
otro lado, es importante señalar que el magisterio se tendrá que capacitar para
entender la forma en que se deben aplicar, apropiarse de ellas, y conocer un
punto muy difícil de realizar en la práctica docente, la evaluación. En este
rubro podemos mencionar que” las competencias son un referente para la
evaluación educativa y nos informan sobre lo que debemos ayudar al alumnado a
construir, adquirir y desarrollar…” 2 pues son nos proporcionarán información
útil para comprobar el nivel del logro.
En
resumen, la política educativa que la UNESCO promueve en relación a los cuatro
saberes, nos dirigen a una educación por competencias que aunque pudiera ser
una política con escaso éxito como con otras en el pasado, este enfoque es muy
valioso, tomando en cuenta que vivimos
en un país en el que la violencia, la corrupción, el deterioro ambiental, la
marginación, entre otros problemas que aquejan, tal vez no sea el remedio
milagroso que resuelva estos problemas pero si puede contribuir a formar ciudadanos que sepan convivir en la
diversidad, que respeten su entorno natural y social. Vale la pena decir que, tanto sociedad, gobierno y
magisterio tendrán que unir esfuerzos para que la tecnología llegue a todos los
rincones de México teniendo acceso a una educación para toda la vida y de
calidad; así como formar alumnos competentes capaces de adaptarse a los cambios
y desafíos a los que se enfrenten, evitando ser
especialista de un solo saber, sino que saber que sus conocimientos se
pueden ampliar para insertarse en un mundo que los espera. Así mismo hay que
destacar el papel tan importante y primordial que el docente juega aquí pues es
un eje de fortaleza que pueden subsanar aprendizajes y que pese a toda la
tecnología que pueda surgir, no será fácil reemplazarlo, porque es él quien
explotará toda su creatividad para guiar a los educandos a que desarrollen esas
competencias.
2
Aula de Información Educativa, Las competencias en la educación escolar: algo
más que una moda y mucho menos que un remedio. Cesar Coll
BIBLIOGRAFIA
PLAN DE ESTUDIOS 2011, Educación
Básica, SEP
LA EDUCACIÓN encierra un tesoro,
Jaques Delors
Aula de Información Educativa
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