“ampliar las oportunidades educativas para reducir desigualdades entre grupos sociales… cerrar brechas e impulsar la equidad. Una mayor igualdad de oportunidades educativas para personas con necesidades educativas especiales.” PROGRAMA SECTORIAL 2007-2012
Nuestro país
asumió el compromiso de incorporarse al movimiento internacional encaminado a
lograr la integración educativa del alumno con discapacidad y a partir de 1992
se intensificaron los esfuerzos conducentes en este sentido. Algunos avances se
manifiestan en las iniciativas que intentan traducir las intenciones en
acciones concretas, particularmente la creación de las USAER (Unidades de Apoyo
a la Educación Regular) y los programas de sensibilización al cambio; uno de
ellos es el Programas Nacional de Fortalecimiento a la educación Especial y de
la Integración Educativa (PNFEEIE). No obstante, debe reconocerse que todo
cambio es gradual y que las acciones concretas se insertan en la práctica
cotidiana, en donde todavía hay mucho por hacer. En diversas regiones del país se manifiesta
una legítima preocupación en el sentido de la falta de claridad en las
funciones de los maestros de apoyo. La integración implica un trabajo
colaborativo entre maestros de aula y maestros y equipos de apoyo. En este
nivel, los logros son muy incipientes.
Pareciera que el problema mayor de la integración se relaciona con
condiciones subjetivas tales como las actitudes de los profesores. Es decir, al
abandonar conceptos como normalidad y anormalidad, ¿qué nos puede decir con
respecto a las prácticas docentes? ¿Cuál ha sido la respuesta de los profesores
regulares hacia la integración? ¿Cuáles son las principales dificultades en
este aspecto y cómo se prevé que se solucionarán? Ciertamente
el movimiento de integración parte del supuesto de que la educación especial
deja de ser un subsistema independiente y se asume como un apoyo directo a la
educación básica. En consecuencia, desaparecen los territorios independientes
de la educación regular y de la educación especial, así como las funciones
separadas de los docentes involucrados. La práctica de canalizar al niño a
servicios de educación especial deja de ser la opción para el maestro de aula.
Por otro lado la práctica terapéutica independiente de las exigencias
curriculares también deja de ser la opción para los maestros de apoyo. Ante
este escenario, es evidente que existan resistencias al cambio y a la
sensibilidad, pero no solamente de los
profesores de aula. También las hay en los equipos de apoyo. Esto es debido a
que no ha penetrado el mensaje básico de la integración educativa; la forma de
lograrla no es concebir a la integración como la inserción del niño a un
espacio educativo, sino de integrar los esfuerzos de los actores principales
que son los docentes (de aula y de apoyo). El problema básico es que se exige
una redefinición de la labor del maestro de aula así como del maestro de apoyo.
Se exige también que ambos asuman una responsabilidad compartida. En este mismo
orden de ideas, la necesidad básica estriba en el logro de metas comunes entre
ambos grupos de referencia y, sobre esta base, la derivación de métodos comunes
de enseñanza y evaluación teniendo como eje el currículum de educación básica.
Dentro
del tema de la integración se habla de otro concepto, el de inclusión, el cual
se refiere a que el educando permanezca en el aula regular durante todas las
oportunidades de instrucción. En estricto sentido, las ventajas o desventajas
de la inclusión total dependen de la disponibilidad de recursos (físicos,
humanos y técnicos) por parte de la institución escolar que la implanta. La sociedad
debido a sus constantes transformaciones, plantea nuevos y distintos retos que
la remecen y frente a ellos la educación se constituye en un soporte
fundamental para su desarrollo continuo, integral, superando así las barreras
de la equidad y de la exclusión. Entonces apostar por la equidad implica la
necesidad de garantizar desde la escuela una respuesta educativa pertinente
para todos los estudiantes. En el contexto Nacional – y la aun no muy valorada-
diversidad, se demanda una educación equitativa, y con ello de manera urgente la preparación de un
potencial humano, que propicie un respeto a situaciones donde la diversidad está
presente; en este caso: discapacitados, niños trabajadores, entre otros.
“Educación para
personas con necesidades especiales” es una expresión que ha sido acuñada para
definir aquellos alumnos y alumnas que no entran dentro del modelo
estandarizado, para el cual los maestros del nivel básico no han sido formados.
Esta situación es grave si se tiene en cuenta que los maestros se forman para
atender a niños y jóvenes que viven en una sociedad globalizada, en donde se
marcan ciertos estándares educativos pensados desde una educación por
competencias dentro de la normatividad, pero la que quizá sea la situación mas grave del tema reside en que la mayor
parte de los alumnos que están a cargo de estos docentes se encuentran en una
situación de exclusión social, con lo cual es difícil que puedan cumplir con
las expectativas que el sistema educativo formal y las exigencias a nivel
nacional e internacional demandan.
Las
necesidades educativas de estos niños y jóvenes, son especiales en cuanto a su
definición porque contempla solo aquellos alumnos que presentan alguna
particularidad física que generalmente tiene relación con la falta: audición,
de visión, la falta de habilidades mentales y de habilidades motoras, medidas a
partir de un modelo de normalidad. Conociendo este contexto se ha avanzado en la
inclusión de la educación especial dentro del sistema Regular; consideramos
pertinente conocer estos discursos
políticos para contrastarlos con las
realidades concretas que se presentan en torno a este tipo de educación. Pero,
¿de que nos sirve que haya políticas sobre la educación especial, dentro del
sistema regular? ¿Es pertinente que la educación especial se incluya en el
sistema regular? Lo relevante
de esta problemática educativa es que se han hecho propuestas para una mejor
equidad e igualdad para los grupos vulnerables y ciertamente hay una preocupación; ya que por desgracia en
nuestro país hace falta una cultura del respeto hacia estas personas; con mayor
razón dentro de la escuela. Este interés
pretende mejorar sus oportunidades de integración en la vida laboral
así mismo fortalecer y ampliar sus relaciones sociales, lo cual, nos
permita una mejor convivencia y apoyo hacia ellos.
Por lo que es necesario dar prioridad a la capacitación continua y obligatoria del cuerpo docente. Esto deberá incluir a los directivos para que los conozcan y se sensibilicen, pero sobre todo que asuman el gran compromiso que tienen en esta labor educativa, y se puedan vencer los obstáculos y barreras burocráticas que impiden la aceptación de esta población en las aulas de educación regular. Si se garantizara este tipo de capacitación también se podría garantizar la calidad que los centros educativos ofrecen a toda la población en general. Si se compromete a que el cupo de los grupos sea en cantidades razonables que tengan como factor principal el suficiente espacio para la movilización de los discapacitados motores, se podría hablar que se contarían con grupos reducidos, lo que incrementaría también la calidad de la atención brindada por los maestros. De igual manera establecer convenios con empresas para el diseño de materiales pedagógicos que pueden resultar económicos y mejorar la calidad educativa de los centros; con el fin de que los niños tengan un apoyo para comprender mejor los temas que se vean durante el ciclo escolar. Un soporte importante es la participación activa de padres de familia que brindaran confianza a sus hijos, que se implementara talleres para padres de familia en general, donde aprendamos del otro y dar una mejor intervención. Estrategias didácticas: materiales y recursos de acuerdo a la especificación de la necesidad educativa; con los cuales, los profesores tengan otras herramientas al apoyo educativo.
Sanciones reales a quienes obstaculicen la integración escolar, se espera que busquen garantizar la igualdad de los derechos y que acabe la corrupción dentro del sistema educativo; pese a que suene utópico. Por último la creación de nueva curricula educativa en base a la educación especial, donde se incluya todos los niños desde una perspectiva pedagógica, pese a que se hable tanto de ello, haya programas, falta conocer las acciones si se llevan a cabo o no; afrontando nuestro compromiso como sociedad. Es necesario que profundicen en las bondades de la integración, pero también que realicen una reflexión profunda acerca de sus limitaciones. Para ello, es que no debe adjudicársele a la integración el carácter de solución óptima o única. Sin embargo, dadas las experiencias negativas con otros modelos que han segregado a esta población, me parece que las iniciativas de integración merecen la oportunidad de ser probadas. La última palabra la darán las acciones que se den dentro del aula. Esto lleva a pensar a todos los actores sociales para dar una mejor respuesta a la inclusión de la educación especial dentro de la educación regular.
BIBLIOGRAFIA
MARTINEZ HERNANDEZ ANDRES, LA INTEGRACIÓN ESCOLAR : UNA PROPUESTA DESDE LA MOTRICIDAD PARA LA INTEGRACIÓN DE ALUMNOS Y ALUMNAS CON ALTERACIONES MOTORAS. TESIS , IZTACALA UNAM, MEXICO (2008)
VERDUGO A. M. PERSONAS CON DISCAPACIDAD, PERSPECTIVAS PSICOPEDAGÓGICAS Y REHABILITADORAS, ED SIGLO XXI MADRID ESPAÑA 1995 PP. 1-17, 37-50.
PROGRAMAS SECTORIAL DE EDUCACIÓN 2007-2012, MEXICO
PROGRAMAS SECTORIAL DE EDUCACIÓN 2007-2012, MEXICO
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