Alumna: Martínez Rodríguez Cecilia
LAS POLÍTICAS EDUCATIVAS EN MÉXICO
Las acciones del estado en relación a las practicas educativas que atraviesan la totalidad social, son enfatizadas en las políticas educativas pues estas son parte fundamental de un sistema educativo. Por consiguiente la evolución histórica de las políticas educativas en México inicia en el año de 1917 una fecha de gran importancia para la escuela rural, por la campaña de alfabetización asimismo durante el siglo XX, México fue formando un sistema educativo de grandes dimensiones y con diversidad de sus funciones sociales.
Como juzga Arnaut (citado en Barba y Zorrilla, 2008) “el sistema educativo federal mexicano fue imaginado por sus fundadores como un mecanismo que iba a complementar y estimular la iniciativa educativa de los estados y ayuntamientos. Nunca pensaron que absorbiera, anulara o desestimulara la iniciativa local...” , razón por lo cual se vieron obligados a desarrollar una empresa educativa apoyada principalmente en la acción federal.
Así, a partir de 1921 con la creación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) como organismo con jurisdicción sobre todo el territorio nacional, el gobierno federal empezó a reabsorber las escuelas municipales y después, las de los estados en un proceso que se intensificó en los años treinta, por tanto en 1934 se aseguro la educación primaria obligatoria. En 1943 con apoyo del gobierno federal se unifico el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que ha sido fundamental en la gestión de los servicios educativos y en el control político del magisterio. Consiguientemente en 1958 tuvo lugar una amplia movilización magisterial que reclamaba autonomía sindical y apertura democrática, es decir el debate sobre la necesidad de desconcentrar o descentralizar la SEP se fue haciendo más incitante, sin embargo no hubo decisiones trascendentes.
De modo que hasta el año 1978, después de dos décadas de desajustes sociales y políticos, es cuando se toma la decisión de desconcentrar la SEP por medio de las delegaciones en los estados, al tiempo que se reorganizaba el trabajo de la Secretaría, especialmente en el ámbito de la planeación y programación de los servicios.
En relación con esta acción de carácter administrativo, la SEP continuó teniendo el control de los servicios de educación preescolar, primaria, secundaria, así como la formación de docentes con base en la Ley Federal de Educación de 1973. En efecto como expresión de los cambios sociales y una situación mundial, hacia finales de la década de los ochenta del siglo XX empezó a observarse en casi todos los países un giro importante en el discurso político sobre educación; se introdujeron los temas de calidad y equidad.
En cuanto a el sistema educativo ha ido experimentando cambios originados por diferentes factores políticos, jurídicos, sociales y económicos que influyen en su concepción, funciones, operación y gobierno, dado los antecedentes se ubica en el año 1992 el origen de la reforma educativa, de modo que la reforma del Estado y la reconfiguración del sistema económico representan el marco de la transformación del sistema educativo, estas reformas se intensificaron, al identificarse como componentes de un amplio proceso de modernización social, económica y política.
Como se ha dicho el 18 de mayo de 1992, se firmo el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB), mediante el cual el gobierno federal, a través de la SEP, transfirió a los gobiernos de los estados los servicios de educación básica y los de formación inicial y en servicio de los docentes. Así pues al ANMEB se le conoce como el “acuerdo de las tres erres”, ya que estableció tres grandes líneas de política con el propósito de impulsar una educación básica para todos de calidad y con equidad. Esto es,
reorganización del sistema educativo nacional, reformulación de contenidos y materiales educativos; y revaloración de la función magisterial.
Viendo los más importante, el objetivo principal de las políticas educativas es elevar la calidad y la cobertura de la educación, baste como muestra el Programa Nacional de Educación 2001-2006 se fijo objetivos estrategicos importantes: garantizar la equidad y la justicia educativas, mejorar la calidad del proceso y el logro educativos, y transformar la gestión institucional para hacer de la escuela “el centro de gravedad” del sistema educativo. Sin embargo es evidente la ausencia de políticas centrales para hacer realidad este discurso, pese a su evidente falta de eficacia para mejorar la equidad y calidad de la educación básica, simplemente las pocas iniciativas de la administración, constituyen sólo medidas aisladas que distraen a los maestros de su tarea central, de modo que aumentan la carga administrativa y fomentan la confusión acerca del sentido y las metas prioritarias del trabajo educativo cotidiano.
No obstante, existen escuelas que funcionan adecuadamente, pero esta característica es producto del encuentro casual de maestros competentes y con un gran compromiso profesional, pero también con disposición a afrontar los riesgos que implica la dedicasión profesional y la innovación educativa en un sistema que funciona. En efecto es necesario construir una nueva política educativa de largo aliento y congruente con los principios éticos y políticos de la educación pública mexicana.
Así pues la política educativa suele verse como una cuestión lejana al aula y a la escuela; no se han creado condiciones y mecanismos para lograr una auténtica y eficaz participación del personal docente y directivo en los asuntos sustanciales de la política educativa y de la escuela.
Para finalizar, las políticas educativas están encaminadas a superar los grandes rezagos y limitaciones del sistema educativo mexicano, pues cada una de las etapas de cambio que han sufrido estas en nuestro país ha sido con la finalidad de buscar tener una mejor educación, una educación de calidad que esta a su vez llegue a cubrir las necesidades de la población y llegue a cada uno de los rincones de nuestro país, sin embargo el problema es que en muchos casos ha sido tomada como un estandarte para promover corrientes políticas que solo han ocasionado entorpecer su correcta implementación y su desarrollo.
En vista a lo anterior para garantizar los servicios educativos no basta con mejorar la cantidad y calidad de los servicios escolares, por el contrario es preciso actuar en forma articulada diseñando programas basados con diagnósticos que cuantifiquen pertinentemente lo rezagos educativos y permitan establecer metas, orientar recursos y definir estrategias de intervención específicas. Ahora bien el sistema educativo mexicano no ha tenido la capacidad de neutralizar los efectos de la pobreza sobre la adquisición del aprendizaje, pues muchos niños y jóvenes no cuentan con los recursos necesarios para lograr una educación pertinente, como son el lugar en que viven, la estructura familiar, el tiempo que hacen de su casa a la escuela, si cuentan con tecnologías de la información, etc.
En cuanto a Alberto Arnaut (citado en la Jornada, 2009), catedrático de El Colegio de México señalo que “ uno de los grandes temas ausentes en el plan sectorial es la Reforma a la gestión del sistema educativo, en el cual se había ido avanzando por decádas. Sin embargo Felipe calderón desperdicio unos 30 años de esfuerzo del Estado para recuperar la gestión administrativa del sistema educativo y nuevamente lo entrega a Elba Esther Gordillo Morles, como parte de un pacto político-electoral”. De modo que prevalece un profundo desconocimiento de la realidad pedagógica que se vive en el aula y de las prácticas
docentes.
En relación con la educación superior no se aprecia que exista una política de Estado, visto que no hay un análisis de la realidad de las universidades, tampoco una evaluación clara de qué se ha logrado después de más de 20 años de reformas y conocer si realmente se forma mejor a los alumnos, si hay investigación de alta calidad y si en verdad se están consolidando vínculos con la sociedad.
En definitiva es evidente la incongruencia entre el discurso y la política efectiva, aunque vale la pena decir que no todo depende de las acciones gubernamentales, pues el cambio educativo puede ser generado en cada escuela si las maestras y los maestros se deciden a romper el aislamiento profesional y a tomar en sus manos la transformación de la mayor y más generosa institución social: la escuela pública mexicana.
REFERENCIAS
- Barba, B., Zorrilla, M. (enero-junio 2008) Reforma educativa en México. Descentralización y nuevos actores. Sinéctica, 30. Recuperado de http://goo.gl/776knG
- Castillo, A. (2008) Políticas Educativas en México. Una breve semblanza de los antecedentes históricos del proyecto sectorial de educación 2007-2012. Recuperado de http://goo.gl/kfAcux
- Revista Cero en Conducta, (2003). La diversidad de la escuela. Numero 50. Año 16, junio
- Poy, S. L. La Jornada (2009). Reprueban expertos política educativa del actual sexenio. Octubre, jueves 29. p- 41. Recuperado de www.jornada.unam.mx/2009/10/29
- Políticas educativas en México. Presentación recuperada de http://goo.gl/vQ9fJG
- Reformas educativas recientes y nueva ley de educación. Presentación recuperada de http://goo.gl/Z1711V

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