COMPLEJIDAD Y COMPROMISO EDUCATIVO
“Los desarrollos propios de
nuestra era planetaria
nos enfrentan cada vez mas
y de manera
más ineluctable a los desafíos de la
complejidad”
Edgar Morin
Patricia
Ledo Martínez
Los sistemas educativos se
han ido formando a través de variables muy diversas: culturales, sociales,
económicos, políticos, etc., los cuales se encuentran tan ligados entre sí que
sería sumamente difícil comprender la educación institucional omitiendo estos
aspectos que le dieron y le siguen dando forma. Todos estos componentes han
moldeado de manera tan diversa la educación en los diferentes lugares del
mundo. Sin embargo, han existido puntos de convergencia cuando se ha deseado
examinar hacia dónde va la educación en nuestra aldea planetaria; un ejemplo de
estas reflexiones las presenta la UNESCO con el trabajo de Jaque Delors (1996) La educación encierra un tesoro, se
plantea la dirección que debería tomar la nueva
educación, y de cómo debe tomar en cuenta las diversas demandas del siglo
XXI; la educación tradicional se torna limitada e insuficiente para atender las
carencias educativas. Asimismo, se plantea la preocupación por la supuesta
deshumanización que estamos enfrentando, la falta de conciencia ecológica y los
diversos problemas que se presentan, no solo en el ámbito pedagógico.
Pero realizando un análisis
más profundo de este trabajo, no podríamos omitir (como ya lo mencioné), que
los sistemas educativos se han desarrollado por la intervención de varios
factores (sociales, económicos, políticos, culturales, etc.), la educación tanto
formal como informal ha estado mediada por ciertas esferas, las cuales han
dirigido cómo, y qué se enseña. Y teniendo en cuenta que se viven momentos
donde se tiene que hacer un replanteamiento del curso que lleva la educación,
es preciso reflexionar de manera profunda cuales son las directrices que guían
esta trasformación.
Morin (1999) nos recuerda
que la enseñanza debe considerar, que cualquier conocimiento puede estar
amenazado por el error y la ilusión, esto es lo contrario a lo que se había
estado enseñando en tiempos pasados. Anteriormente, si un conocimiento era
reconocido como científico era incuestionable, inamovible y era tomado como una
verdad absoluta, sin embargo, en el trascurso de la historia, hemos podido
observar que siempre hay una manera diferente y original cuando queremos
explicar la realidad. Es decir, cada disciplina da cuenta de una porción de la
realidad, pero debemos reconocer que ese conocimiento fragmentado, difícilmente
podrá llevarnos a una noción de complejidad; la cual se requiere aprehender y
enseñar en las aulas. Así pues, reconocer que si queremos acercarnos a la
realidad de manera más integrar, se debe enseñar que el universo es orden,
desorden, organización y que estos componentes actúan de manera complementaria,
competente y antagónica. Tener presente que, cualquier conocimiento incluye una
porción de incertidumbre.
¿En quienes se ha
depositado la responsabilidad de enseñar, estas nuevas concepciones?
En la última
actualización de la Reforma Educativa (2013) se considera al profesor como el factor más relevante de los aprendizajes
y quienes desempeñen funciones de dirección y supervisión resultan
determinantes. Se considera necesaria la creación de un servicio profesional
docente mediante una reforma constitucional. ¿En verdad saben cómo van a
instruir a los profesores para mejorar la calidad educativa? ¿Se cuestionara,
de manera profunda la visión que se ha tenido de un alumno pasivo, que solo está
para memorizar y reproducir lo ya establecido? ¿Se tienen claros los nuevos
modelos en el proceso enseñanza-aprendizaje y su aplicación?
Lo que sí es un hecho,
es la preocupación de muchos profesionales que están inmersos en el proceso
educativo. Se está reconociendo la complejidad del ser humano, esto nos hace
reflexionar sobre nuestra condición de seres localizados a un momento socio-histórico-cultural
determinado, donde todos los ámbitos que se relacionan con el ser humano y, en
este caso de manera específica la educación, nos presentan nuevas formas de acercarnos
a la realidad.
Si queremos que la educación
en la actualidad y en el futuro, como lo plantea Díaz y Ada (2011) realmente se
trasforme en vías de favorecer proyectos que generen igualdad de oportunidades,
de aceptación en la diversidad, pluralidad, creatividad y tolerancia, que nos
den una visión mas integral de la vida y de las formas de vincularnos con el
mundo. Debemos tomar la invitación a comprometernos con los quehaceres
educativos de manera ardua y que el conocimiento de las dificultades que esto implica
no se vean vistos como muros impenetrables, tener presente el paradigma de la
complejidad y que la verificación de la incertidumbre nos da una razón para
continuar en la búsqueda de comprender un poco mas nuestra humanidad.
Referencias
-Delors (1996). La Educación encierra un tesoro. Madrid:
Santillana
-Morin (1999). Los siete saberes necesarios para la educación
del futuro. México: Unesco
-Reforma Educativa. Última Actualización 04/07/2013. Consultada el
19/08/2013 en: http://goo.gl/QotEQp
-Díaz G. y
Ada R. (2011). Conocimiento, cuerpo y deseo en el proceso de formación docente.
VI Jornadas Nacionales sobre la formación del profesorado. Consultado el 19/08/2013
en:
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