LA PROPUESTA EDUCATIVA PARA EL SIGLO XXI
Últimamente tal parece que en las
instituciones Educativas no se habla de otro tema y que va relacionado con las
nuevas propuestas educativas. Indiscutiblemente todos los que estamos o no
inmersos en el quehacer educativo nos interesa todo aquello que coadyuve en
mejorar los niveles de aprendizaje, que nos causa inquietud, curiosidad y
reflexión.
No obstante estas inquietudes, no solo se
encuentran en la mente de estudiosos teóricos, investigadores y operarios de la
educación, sino es preocupación constante de autoridades y funcionarios de
todos los tiempos y épocas por la movilidad de las sociedades y la
transformación permanente del ser humano, pues siempre la educación será
prioridad en cualquier cultura, sin embargo todavía no se crea un tipo de
educación que sea la panacea para todos.¿ Cuáles serán las formas o que tendría
que hacer la educación para enfrentar esos retos que se enfrentara la sociedad
en el siglo XXI?.¿Que se tendría que hacer para enfrentar todos esos retos
educativos que día a día el ser humano enfrenta, generados a partir de la
digitalización y la consecuente construcción social?
Morín
por su parte propone siete saberes necesarios que el hombre ha conocido y
descuidado, se requiere que los retome para poder alcanzar, promover valores y
principios en la educación que hagan posible optimizar la formación humana ante
los retos para la educación del futuro. Esos
siete saberes los centra en el ser humano, el cual lo toma como una unidad
compleja, esto es, un ser físico, biológico, psíquico, cultural, social e
histórico. Por lo tanto a partir de las disciplinas actuales, es posible
reconocer la unidad y la complejidad humana reuniendo y organizando conocimientos
dispersos en las ciencias de la naturaleza, en las ciencias humanas, la
literatura y filosofía y mostrar la unión indisoluble entre la unidad y la
diversidad de todo lo que es humano. Es necesario que centre su conocimiento en la apreciación de
su entorno y sus relaciones de una forma integral y global, sea capaz no solo
de identificar los objetos, sino aprender de ellos y de su lugar en el marco de
la naturaleza, dejando en claro esa necesidad de hacer del conocimiento una
opción consciente y temporalmente oportuna con las necesidades humanas. Reconocer
su lugar en el universo, que esto no podría ser posible si no entendiera su
realidad, comprendiendo su condición humana, interpretando, e internalizando la
condición del mundo que hoy se muestra en una era planetaria, cuya fase actual
es la mundialización. Hace referencia a la
necesidad de un pensamiento policéntrico, esto es que tenga la condición de un
universalismo no abstracto, sino consiente de la unidad-diversidad de la
condición humana. Un pensamiento que respete sus límites individuales y
profundice sus lazos comunicantes. Hace un llamado a la educación como sistema,
que se interese más por comprender el campo de las incertidumbres pero desde la
óptica de la certeza. Que el educador asuma la responsabilidad de generar
estrategias alternativas ante hechos inesperados a la par de poner en práctica
el liderazgo transformacional para enfrentar los cambios. Apreciar con todos
sus sentidos el conocimiento evitando la superficialidad y la vía más adecuada
que debe utilizar es el dialogo, el cual le permitirá cultivar su intelecto y
comprender la heterogeneidad y complejidad
de su mundo, enseñar a comprender e eliminar el egoísmo de los hombres y
transmitir eficientemente el conocimiento, de ese modo se eleva la moral en las relaciones humanas. Y por último Morín
propone y que está relacionado con el deber de enseñar a comprender: la
educación debe conducir a un proceso constante de interacción y comunicación
entre el individuo-sociedad-especie, esta triple realidad debe ser consiente,
remarcándose la condición de dos finalidades ético-políticas inherentes al
hombre, por una parte está el establecimiento de una relación de control mutuo
entre la sociedad y los individuos, teniendo como estructura el sistema
democrático y por el otro lado, concebir la condición humana como comunidad
planetaria, en donde no solo es importante lo terrestre como influencia en el
hombre, sino el universo como potencialidad compleja e incierta de nuevos
escenarios humanos.
Por su parte Jacques Delors, en La Educación
Encierra un Tesoro, nos propone cuatro Pilares de la Educación, en este escrito
nos hace referencia acerca de las formas en que los alumnos se acercan y
aprenden sobre la vida y el conocimiento en genera. Esto significa conocer el
mundo que nos rodea, desarrollar sus capacidades y comunicarse con los demás,
de descubrir y el placer de comprender, a esto él lo pone como el primer pilar
Aprender a Conocer. Por otra parte nos menciona como el estudiante debe
encontrar esa unión precisa entre la teoría y la práctica y no como un manejo
rutinario sino aquel que implica procesos de pensamiento creativo y crítico,
colocando esta relación como el segundo pilar Aprender a hacer. El tercer
pilar: Aprender a Ser. Esta particularmente relacionado en brindar un lugar
especial a la formación del espíritu, la imaginación y la creatividad. En la
escuela, el arte y la poesía deben tener un lugar más importante que el que
guardan actualmente y recuperar su incidencia. Y por último nos menciona que
los seres humanos tienen que aprender o más bien que logren trabajar en
conjunto de una manera colaborativa, lograr el reconocimiento del otro y
también la participación en proyectos comunes, en donde todos sean incluidos y
responsables, a esto, se refiere como el cuarto pilar Aprender a Convivir. En
una forma general esto es lo que Delors nos plantea, aunque no es un simple
planteamiento, sacado de la nada sino tiene sus fundamentos psicológicos,
filosóficos y sociológicos.
Estos dos planteamiento que hasta hoy se han
venido proponiendo en el campo educativo, hacen énfasis en la
Democracia que es un gran desafío de
todas las sociedades, la consolidación y el desarrollo de esta dependen no sólo
del conocimiento de los valores democráticos, sino también y de manera decisiva
del aprendizaje y puesta en práctica de los mismos. El desafío es tanto para el
sistema político como para el sistema educativo nacional y va más hacia el
inculcar el ideal y la práctica de la democracia, así como revertir el
desafecto creciente de los ciudadanos por los asuntos públicos. Educar para la
democracia obliga a incluir la perspectiva de género en la educación y enfocar
la mirada a las construcciones culturales, sociales e históricas.
Jacques Delors, quien presidió la Comisión
Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, sostiene que la educación
tiene por función esencial el desarrollo continuo de las personas y las
sociedades, como una de las vías más importantes, y que las políticas educativas
son una estructuración privilegiada de las personas, las relaciones entre
individuos, grupos y naciones. Por lo tanto la educación con lleva la toma de
decisiones difíciles, sobre todo cuando se trata de equidad y calidad de los
sistemas educativos. Las decisiones educativas interesan y afectan al conjunto
de la sociedad, por lo que exigen la apertura a un debate democrático sobre los
medios y fines de la educación. Es por esto que dentro de esos medios de la
nuevas propuestas educativas, está la necesidad de incluir en la educación el
manejo de las TIC, desde la educación básica hasta el nivel universitario, llevándonos
a una nueva propuesta de la educación “El Conectivismo” y el “Aprendizaje
Invisible”, propuestas que aún no son muy conocidas principalmente por todos
los involucrados en el proceso educativo. Lo que nos llevaría a un gran
compromiso de conocer e involucrarnos al manejo de las TIC. Considerando que aún estamos lejos de tener esa capacidad, y que
primeramente se tendría que trabajar con todos los docentes a que se involucren
a adquirir esas capacidades del manejo de las TICS.
BIBLIOGRAFIA
Morin Edgar, Los Siete saberes necesarios
para la educación del Futuro. UNESCO 1999.
Delors Jacques, La Educación Encierra un
Tesoro. UNESCO 1997.
Presenta: Yolanda Balleza Mundo
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