Jacques Ardoino creó el concepto de multirreferencialidad entendido como una actitud del investigador o estudiante; esa una inquietud intelectual bajo el horizonte del pensamiento complejo, fácil de comprender pues supone conjugar las múltiples perspectivas, referentes, teorías, ángulos, etc., que nos permitan llegar a comprender el fenómeno en cuestión.
No se trata de sumar las distintas perspectivas sino de profundizar en el sentido de las interacciones emergentes de las relaciones entre los componentes del fenómeno.Ardoino tipificó a la multirreferencialidad en 3:
*Comprensiva del fenómeno. *Interpretativa (sentidos, significados de la vivencia). *Explicativa (Teorizar el fenómeno).
MODERNISMO
Se
trata de un proceso de carácter global -de una realidad distinta a las
precedentes etapas históricas- en la que lo económico, lo social, lo político y
lo cultural se interrelacionan, se interpenetran, avanzana ritmos desiguales
hasta terminar por configurar la moderna sociedad burguesa, el capitalismo y
una nueva forma de organización política, el Estado-nación.
Surge
en los ahora llamados "países centrales" (Europa occidental y, más
tarde, Estados Unidos); luego, con el tiempo, se expande hasta volverse mundial
y establecer con los países llamados "periféricos" una relación de dominación,
de explotación y (le intercambio desigual, donde el centro desempeña el papel
activo, impone el modo de producción capitalista (MPC) y destruye o íntegra
(pero vaciándolas de su contenido y despojándolas de su significado) las
estructuras precapitalistas autóctonas y tradicionales. Este proceso, que
atraviesa por divesas etapas, desemboca en la actual generalización del mundo
de la mercancía y en la consolidación de los Estados modernos.
Dos
características de la modernidad
1.
su carácter global y acumulativo (desarrollo de técnicas, conocimientos,
instrumentos, clases, ideologías, instituciones, etc.).
2.
su carácter expansivo (proceso que se origina en Europa occidental y luego se
propaga como forma imperialista por todo el mundo).
Como
producto de un desarrollo interno, la nueva clase burguesa se fue constituyendo
y consolidando junto con el proceso global de acumulación, en medio de luchas y
enfrentamientos -que se libraron en todos los ámbitos de la praxis social-
contra la nobleza y el sistema feudal, situación que confirió a esta clase un
papel activo y revolucionario. En este combate fue ganando parcelas de poder
(hasta terminar por conquistarlo por completo), a la vez que iba elaborando un
pensamiento crítico (racional) y una práctica de participación democrática,
apareciendo nuevos proyectos de organización social y política. Proyectos,
leyes e instituciones que se encuentran en íntima relación con las actividades
productivas urbanas y las relaciones sociales que de ella surgen, y que, desde
luego, no impedirán las actividades coactivas y represivas del nuevo Estado en
formación, pero limitarán en cierta forma lo arbitrario.
Como
forma expansiva imperialista, la modernización capitalista se mundializa
(mediante un complejo proceso de integración-desintegración de las culturas a
las que domina) aunque no deja de encontrar resistencias y antagonismos. Se
impone sobre las formas precapitalistas existentes en los territorios
conquistados destruyéndolas, o bien subordinándolas, transformándolas y
utilizándolas. El proceso reviste en cada caso expresiones específicas, pero
los determinantes que impulsan a la modernización en los países dominados son
fundamentalmente externos e impuestos a través de medios diversos -entre los
que se encuentran no sólo la coacción y la violencia, sino también el efecto de
imitación, la mímesis entendida como "producción de tipos sociales que no
se fundan en un conocimiento activo, sino en el reconocimiento pasivo y la
asimilación (identificación o imitación) de este modelo"- por lo que ciertas prácticas sociales,
ciertos hábitos culturales "importados" se ven asumidos de manera
parcial e incompleta. Por lo que la modernización como resultado de la
expansión del mundo de la mercancía es a veces más aparente que real o reviste
un aspecto superficial y/o desigual.
POSTMODERNISMO.
El posmodernismo es
una corriente filosófica originada en la mitad del siglo XX y
practicada excelentemente en el siglo XXI. Se caracteriza por la pérdida de
ideales, el alcohol, la venta masiva de condones, el consumismo y el
desinterés. En el ámbito religioso-cultural, en su mayoría de los casos existe
la religión de manera omniprescente: se manifiesta unos segundos antes de morir
o en momentos de extrema felicidad.
Por opinión popular, es la
corriente filosófica más entretenida y la más seguida en la actualidad, que de
hecho es la que nos representa. El número de seguidores de la corriente aumenta
al pasar los minutos, y sobre todo durante los años felices dónde el
posmodernismo comienza a tomar sentido.
Como bien lo dice su etimología,
ésta corriente emerge luego del modernismo,
que hablaba sobre la dedicación al trabajo, el poco sexo, y el mucho
sexo que tendrá el amante posmoderno de tu esposa; trataba de una vida centrada
en la libertad y la justicia, en la moral del actuar correcto, la
responsabilidad y el compromiso con un camino marcado por la filosofía
(marxismo, capitalismo, etc). Era trascender esa larga y pesada época y
seguir a una todavía más liberal, llena de música psicodélica -
típica de los 70s- y nuevas cosas por descubrir, como también muchas cosas por
probar.
DEMOCRACIA
La
democracia es el respeto a las normas para el constante mejoramiento económico,
social
y cultural de un pueblo.
El
valor de la democracia encuentra su significado y su esencia en la
participación
ciudadana.
Obliga
a las personas al respeto de las normas de convivencia social y desde luego a
los ordenamientos jurídicos, estimando el bien común, un bien más valioso que
el bien de un sólo individuo.
De
esta forma las cosas mejoran, reconociendo con buena voluntad aquello que consideramos
que está mal y reconociendo justamente lo que esté bien, respetando lo establecido
y haciendo lo posible para que las normas se acerquen al ideal de justicia
social.
La
democracia resulta muy lastimada porque muchos de los ciudadanos tenemos una
forma de ser que se caracteriza por el descontento con todo y con todos. Los
defectos por mínimos que sean se exageran y las quejas se multiplican, muchas
veces sin fundamento.
Excluirse
de la acción, produce más apatía y propicia que quienes tienen intereses ajenos
al bien común participen y en ocasiones dificulten el florecimiento de buenas
iniciativas, que sin embargo no cuentan con suficiente trabajo y los pocos que
luchan por ideales democráticos resultan derrotados.
Un
riesgo de la democracia es que los que participan no siempre tienen como
objetivo el bien del grupo y de la sociedad; en ocasiones quienes más
participan, son movidos por fines egoístas: su participación significa ganancia
para ellos y pérdida de posibilidades para los otros.
La
democracia requiere, sobre todo cuando se practica en grupos de trabajo, en la
familia y en la comunidad vecinal, el respeto a las otras personas, a su
espacio y brindarles incluso asistencia para que se animen a colaborar en la
medida de sus posibilidades.
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